La idea de este informe, en sus varias entregas, es narrar de manera pormenorizada toda la historia de uno de los personajes más singulares e inefables de la industria cinematográfica: nos referimos al financiero italiano Giancarlo Parretti, que se encargó de manejar primero los destinos de la productora Cannon envuelta en una crisis de deuda durante fines de los años ochenta, pasando por la compra del estudio Metro-Goldwyn-Mayer en 1990. Pero sin dudas todo hay que contarlo para que la historia del mayor fraude de Hollywood se entienda mejor. Este empresario no ha actuado solo en el mundo de los negocios, atrás de él se escondía una persona que pasaba desapercibida pero que era una figura importante que consolidaba cualquier negocio en el viejo continente: Florio Fiorini. Además de hablar sobre esta singular pareja italiana, que asumían el riesgo de cualquier proyecto que se les cruzara en su camino, ya sea desde la compra de hoteles en Europa hasta empresas productoras en Estados Unidos con un apetito voraz, voy a detallar los manejos de una conocida entidad bancaria internacional, que fue la máxima responsable de que todo este fraude financiero se pudiera llevar a la realidad. Ahora sin más retrasos, prepárense para conocer el telón de fondo del mundo de los negocios del cine y cómo es que, desde comienzos de la década de los noventa, la industria de Hollywood ya no fue la misma de antes...
El origen
El Banco Crédit Lyonnais Nederland NV (la división del Reino de los Países Bajos de la reconocida banca francesa Crédit Lyonnais) fue un actor importante en todo este entramado financiero oscuro. Conocida en el mundo financiero por su sigla CLBN, la banca neerlandesa jugó un papel crucial y definitivo en la financiación de varias producciones independientes de Hollywood durante la década de los ochenta. Un hombre clave dentro de la central francesa del Banco Crédit Lyonnais era Jean-Yves Haberer que dirigió el Banco de 1988 a noviembre de 1993, durante el período de expansión de préstamos bancarios impulsado por el Presidente de Francia François Mitterrand. Mitterrand le había dado a Haberer un cheque en blanco para transformar el Crédit Lyonnais de propiedad estatal en el equivalente francés del todopoderoso Deutsche Bank de Alemania, compitiendo en los niveles más altos de las finanzas globales: una fuerza cultural más que un simple Banco.
En principio Haberer, recién designado como Presidente de la entidad bancaria en noviembre de 1988, nombró como su Director financiero al abogado François Gille (luego ascendido a Director General en el período 1992-94), que había ingresado al Banco a fines de los setenta. Durante 1981 los dirigentes del Banco designaron como Director de la filial neerlandesa del Crédit Lyonnais a Georges Vigon, quién además era el responsable jefe de todos los préstamos del Crédit Lyonnais en Europa, Medio Oriente y África, reportándose regularmente a su nuevo jefe Jean-Yves Haberer.
El financista italiano Giancarlo Parretti era una persona que en esa época tenía el cargo de Presidente del grupo financiero luxemburgués Interport, sus negocios los realizaba con su amigo y socio Florio Fiorini, quién era Director Jefe en la financiera Société Anonyrne Suisse d'Explotations Agricoles (SASEA) con sede en la ciudad de Ginebra. A Parretti y a Fiorini no les gustaba hacer ostentación de riqueza en ese entonces y mucho menos anunciar con bombos y platillos sus futuros negocios, pero parecían dominar a la perfección el mundo de los negocios de oportunidad europeos; la dispar pareja tenía papeles muy definidos: el socialista y católico Parretti era el lego que se encargaba de llevar a buen puerto cualquier negociación, mientras que Fiorini (aprovechando que sabía hablar varios idiomas), era el que definía la estrategia a seguir, mostrando seguridad y serenidad por su gran conocimiento del mundo de las finanzas.
Fiorini era más que un simple empresario. A mediados de la década de 1980 había cometido en secreto uno de los mayores sobornos políticos, siendo además blanqueador de dinero global en el continente europeo. Esas habilidades las aprendió de los banqueros italianos conectados con el Vaticano, Roberto Calvi y Michele Sindona, verdaderos criminales maestros de la estafa cuyas muertes violentas en 1982 y 1986 respectivamente, a raíz de los escándalos bancarios en Italia siguen siendo misterios sin resolver. "Fiorini es un experto en trueque", decía Carlo De Benedetti (Presidente del Grupo Olivetti S.p.A), al periódico Sunday Times de Londres. "Fiorini puede cambiar un pájaro en una vaca y luego en una moto". Los dos buscavidas, Parretti y Fiorini, se propusieron crear una vasta serie de compañías fantasmas que oscurecerían la propiedad de todas sus adquisiciones por venir. El principal vehículo de Florio Fiorini, SASEA Financière, eventualmente tuvo más de 300 subsidiarias en todo el mundo, muchas de ellas entrelazadas con las compañías tenedoras de Giancarlo Parretti, que finalmente estaban controladas en su totalidad por una oscura entidad que manejaban ambos llamada Comfinance S.A. (una corporación financiera offshore con sede en Panamá).
Desde mitad de los ochenta, el financista italiano caminaba fuerte en el mundo de los negocios, construyendo su fortuna sobre los hombros de los políticos. Primero con el demócrata-cristiano Graziano Verzotto. A Verzotto lo conocía muy bien desde que era joven, cuando este ya era un poderoso magnate y jefe político de Sicilia. Verzotto lo contrató para trabajar como camarero y maître en uno de sus hoteles, la Villa Politi en la ciudad siciliana de Siracusa y allí entabló una sólida amistad con él; No pasó mucho tiempo antes de que Parretti dirigiera el hotel y convertirse en el protegido y confidente de Verzotto. El futuro financiero había conocido a su primer ángel. En 1975 una investigación del gobierno italiano reveló que Verzotto había aceptado sobornos para dirigir el dinero de Michele Sindona, el notorio banquero de la mafia con conexiones con la Santa Sede. Graziano Verzotto recibió un disparo en el brazo y fue hospitalizado, se alegó que había organizado un intento de asesinato falso para retrasar el enjuiciamiento. Giancarlo Parretti pasó tiempo al lado de su cama.
Una vez que Verzotto se recuperó huyó de Italia, y su esposa llamó a Parretti para manejar sus intereses comerciales, que incluían el equipo de fútbol de Siracusa. Parretti pagaba al equipo cada semana con una bolsa llena de efectivo. Nadie sabía de dónde venía el dinero y el equipo finalmente quebró. Años más tarde la investigación subsiguiente produciría una acusación por fraude. Al principio, Giancarlo Parretti estaba haciendo algo más que quebrar a un equipo de fútbol, estaba construyendo una hoja de antecedentes penales-por violar las leyes de valores públicos, conspirar para cometer daños corporales y emitir cheques falsos, aunque nunca cumplió una condena significativa. En 1976 formó una cadena de periódicos llamada Il Diario en varias ciudades italianas. Finalmente, los periódicos también irían a la bancarrota, dando lugar a una condena por fraude, pero no antes de que Parretti, como editor, formara una estrecha relación con dos hermanos que eran destacados activistas del Partido Socialista, Gianni y Cesare DeMichelis. La relación sería crucial con el primero más tarde, cuando Parretti estaba tratando de pedir prestado más de mil millones de dólares y Gianni DeMichelis se había elevado a Ministro de Relaciones Exteriores de Italia. Las acusaciones de fraude siguieron llegando. En 1984, Parretti fue acusado de fraude en la quiebra de la compañía hotelera en Sicilia; ese mismo año fue procesado en Sicilia por falsificar un bono de ahorro. En 1986 ganó el control de un periódico socialista en París, Le Matin, que también quebró un año después. La tercera persona importante en la vida del financiero italiano era el Primer Ministro de Italia, el socialista Benedetto "Bettino" Craxi. También tejió acuerdos con el respetado empresario italiano Giuseppe Cabassi y especialmente con el empresario y magnate de los medios privados Silvio Berlusconi (a quien por su gran amistad lo puso dentro de su nómina de inversiones extranjeras). A mitad de los ochentas, Parretti comenzaba sus primeras maniobras de compras en España adquiriendo Meliá International: una empresa española de hoteles y viajes, y finalmente una inmobiliaria llamada Renta Inmobiliaria; también con adquisiciones de compañías de seguros en Italia con su socio Fiorini.
Parretti comienza a poner sus ojos en la compañía Cannon Films
Es durante este período que los dos financieros italianos probaron suerte por primera vez el negocio del cine, muy lejos de Hollywood. En 1986, una organización católica romana con la que Giancarlo Parretti había trabajado en Roma le pidió que supervisara la producción una nueva versión del film Bernadette: la historia de una campesina francesa asmática de 14 años que en 1858 tuvo varias visiones con la Virgen en la ciudad de Lourdes, hecho que le permite curarse de su afección y posteriormente ser santificada. A Parretti le encantó la idea y en una oportunidad le confió el proyecto al realizador francés Jean Delannoy, pero Fiorini estaba incómodo haciendo una película religiosa e insistió en que Parretti venda su interés en Bernadette al distribuidor del film, "por tres liras si es necesario", y elimine su nombre de la producción cinematográfica.
Delannoy terminó no solo dirigiendo Bernadette, sino que coescribió el guion junto a Robert Arnaut, contando con las actuaciones de Sydney Penny interpretando a Bernadette Soubirous y Jean-Marc Bory como el Cura Peyramale. Para tal fin se armó la sociedad Bernadette Associates International S.A. que se encargó de financiar esta coproducción entre Suiza, Francia y Luxemburgo, los integrantes eran las empresas Interport Holding S.A. de Parretti, SASEA Financière de Florio Fiorini y la productora Les Films de Etoile D'Or. Cuando el financiero se encontraba en el MIFED buscando un distribuidor del film, los que se presentaron interesados fueron los primos Menahem Golan y Yoram Globus que buscaban estrenarla con su división Cannon France.
Desde fines de la década del ochenta la productora y distribuidora The Cannon Group Inc. se encontraba enfrentando desafíos muy complicados: primero desde marzo de 1987 la compañía se encontraba en medio de una crisis financiera por problemas derivados de su expansión demasiado rápida y la producción de demasiados fracasos de taquilla. Esto derivó en ese momento que Giancarlo Parretti decidiera con más fuerza que quería comprar al distribuidor de su película Bernadette, ya que la compañía tenía una gran sede en Los Ángeles, cotizaban en la Bolsa de Nueva York y además eran los mayores operadores de salas de cine en Europa. A principios de 1987 un petulante Parretti le mostró el balance de Cannon Films a su socio Fiorini durante un desayuno en el Hotel Intercontinental de París. "¡Parretti, que Dios te mate!" exclamó Fiorini: "¡Te envío a vender una película y regresas con ganas de comprar un estudio completo con un billón de dólares en deudas!" La deuda del Grupo Cannon era en realidad la mitad de mil millones, pero aun así la empresa estaba al borde de la bancarrota y el financiero italiano vio la oportunidad para ingresar formalmente al negocio del cine, con la adquisición de una participación accionaria en The Cannon Group, Inc. Sus contadores se negaron a certificar sus libros sin una carta de presentación que levantara las banderas rojas. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) estaba llevando adelante un escrutinio federal sobre sus registros financieros, con cargos de falsear fraudulentamente datos sobre el estado de la compañía e investigando una recaudación de 339 millones de dólares bajo falsas pretensiones; Por otro lado, las ya indisimuladas discrepancias entre Menahem Golan y Yoram Globus por el manejo de las líneas de financiación de crédito y las preventas hicieron mella en sus trabajos en conjunto y fueron susceptibles de la adquisición accionaria, ya que lo vieron como una forma de salvar a su productora Cannon.
Parretti convenció a Florio Fiorini de que podían vender algunos de los activos de Cannon y obtener el control de sus propiedades más valiosas, pero necesitarían la aprobación de la entidad bancaria principal de la productora. Casualmente el Banco era la sucursal neerlandesa del Crédit Lyonnais. El Festival de Cine de Cannes estaba a punto de abrir una nueva jornada el sábado 9 de mayo del 87 (el tercer día del festival). Golan y Globus invitaron a Giancarlo Parretti a encontrarse con su banquero Frans Afman, que era la cabeza principal en los préstamos del CLBN para Hollywood, en su lujosa suite del Hotel Carlton a las 8 de la mañana. Tan pronto como el banquero elegantemente vestido cruzó la puerta, según las fuentes que presenciaron la escena, Parretti lo señaló con el dedo y gritó: "¡Tú, Afman!"
-"Sí". Respondió Afman, desconcertado.
-"¿Cuánto dinero ganas en ese Banco?" Giancarlo Parretti gritó en inglés muy acentuado.
Afman vaciló. Había otras personas en la suite.
-"¡Lo doblo!" gritó Parretti.
Frans Afman mirando a Globus dijo "¿Es esto una broma?"
-"¿No es suficiente?", Giancarlo Parretti continuó, "¡Lo triplico! Triplico tu salario, si vienes a mi compañía".
-"Espere un momento, señor Parretti", respondió Afman en voz baja, acomodándose en un sofá con su asistente Ria Jankie frente al financista italiano. "No estoy aquí para discutir mi salario con el Banco. Estoy aquí para discutir su posible inversión en Cannon". Pero Parretti no cedió. Finalmente, Afman dijo: "Tendría que renunciar a mi trabajo en Crédit Lyonnais". Parretti sonrió y respondió: "Eso no será necesario".
Solo entonces Frans Afman comprendió lo que Parretti estaba ofreciendo: un soborno del triple del salario del banquero si iba a trabajar en secreto para él mientras seguía otorgando préstamos de entretenimiento en el CLBN. Frans Afman nunca había sentido tanta repulsión por otro ser humano; no era la propuesta de soborno en sí, ya que Afman había sido comprado antes, pero fue la actitud de Parretti gritando una oferta de soborno en una habitación llena de gente lo que lo ofendió. Si el descaro de Parretti era repulsivo, su vulgaridad era peor, según los testigos. Mientras hablaban, Giancarlo Parretti comenzó a mirar a Ria Jankie, una mujer de negocios atractiva y completamente profesional, de una manera abiertamente lasciva mientras hacía un gesto hacia sus genitales. Jankie estaba disgustada, al igual que Afman. Se miraron con disgusto pero pese a lo embarazoso de la situación se quedaron. Al finalizar la reunión, Yoram Globus en un gesto de distensión luego se disculpó con Jankie.
-Frans J. Afman: conocido en la industria cinematográfica como “el banquero de Hollywood”.
Frans Afman no estaba impresionado por la propuesta del empresario italiano para refinanciar The Cannon Group, incluso después de que Parretti lo expresó en francés e inglés y bosquejó varias listas. "Esta no es una propuesta financiable", dijo Afman a Parretti. "No hay nada que yo pueda hacer". Parretti se puso de pie ofendido: "Voy a tomar mi avión privado y volar a Rotterdam para encontrarme con su presidente. Puede perder su trabajo".
-"No necesitarás ir a Rotterdam", respondió Afman con falsa confianza. "Georges Vigon está aquí". Vigon, el Jefe del Crédit Lyonnais Nederland NV (CLBN), estaba de vacaciones en la cercana Niza y al burócrata bancario le gustaba la industria del entretenimiento, sintiéndose a gusto en los Festivales de cine, especialmente el de Cannes, Francia; es por eso que se mantuvo a cargo de los préstamos de Hollywood, especialmente para productoras independientes que realizaban películas clase B.
Al día siguiente, Georges Vigon condujo hasta la ciudad de Cannes y se reunió con Giancarlo Parretti para almorzar en la terraza del Hotel Majestic; Yoram Globus se unió a la reunión, Florio Fiorini no quiso meterse en el asunto y permaneció sentado en silencio, mientras que a Frans Afman no se veía por ninguna parte. Las palabras de Parretti resultaron proféticas: fue el principio del fin de la carrera de Afman en el CLBN. Vigon extrajo del centro de la mesa un pedazo de pan francés blando y lo comprimió en cubos, sacó un bolígrafo, los marcó como dados y jugó con ellos mientras escuchaba las propuestas de Parretti para el futuro de Cannon. Gente del cine de todo el mundo se detuvo en la mesa para presentar sus respetos, Parretti coqueteó con las estrellas mientras Globus aprovechó el momento para retirarse. Al final de la tarde, Vigon, Parretti y Fiorini habían llegado a un acuerdo. Georges Vigon terminó muy complacido por el régimen de joint-venture en el que los dos italianos manejaban sus proyectos inversores (mayormente negocios de renta inmobiliaria y seguros), En la charla los tres hablaron sobre la posibilidad de expandir aún más sus negocios en la industria del cine, por lo que inmediatamente Vigon prometió su ayuda para prestarles dinero del Crédit Lyonnais cuando hicieran sus futuras adquisiciones. Después de una sola reunión, el Presidente de la filial neerlandesa de uno de los Bancos más grandes del mundo, y con solo ver al financiero italiano una sola vez en su vida, acordó (contra el consejo de su principal oficial de préstamos), cederle una parte del control de The Cannon Group que estaba en graves dificultades económicas.
Georges Vigon, de vuelta en Rotterdam después de la reunión en Cannes, ordenó una investigación de antecedentes. El informe fue entregado el 22 de julio de 1987 y detalla el verdadero alcance de la hoja de antecedentes penales de Parretti. En realidad, un indicio de estos antecedentes habían aparecido un mes antes en la primera presentación del Grupo Cannon ante la SEC sobre la inminente adquisición del financista italiano; Como lo exige la ley, Cannon informó diligentemente que Parretti estaba "sujeto a un proceso penal pendiente en Nápoles-Siracusa, Italia", y los periódicos Los Angeles Times y el Wall Street Journal informaron el asunto en ese momento. Como complementación, el Banco recibió un informe por separado sobre la participación de Fiorini en escándalos bancarios y sobornos políticos. Sin inmutarse por los escritos, Vigon y sus colegas burócratas aprobaron la adquisición accionaria de Parretti y Fiorini de The Cannon Group mediante un préstamo de 250 millones de dólares.
Continuará...
¡Hola! Comienza un nuevo mega informe y estoy muy contento de poder presentárselo a ustedes. Me llevó muchos años poder concretarlo en su forma definitiva, pero finalmente llegó el día de que vea la luz. Mi plan es ir intercalando estas entregas con el comic de Subspecies para que sea más dinámico y ameno su lectura para todos ustedes.
Hasta el mes que viene.
Federico